A veces, tras una caída o un corte, aparece una herida que si se le aplican los cuidados adecuados, no será necesario acudir a la consulta del doctor o doctora. Hay que observar la herida bien. Si se ve que el corte es muy profundo o ancho, o que no deja de sangrar, la opción más sensata es acudir al médico.
Si se ve que la herida no es muy grave, se puede curar en casa siguiendo estos sencillos consejos. Para empezar hay que contar con un botiquín equipado con gasas, esparadrapo, tiritas, agua oxigenada y Betadine (líquidos para curar heridas).
El primer paso es limpiar la herida. Esto puede realizarse con agua y jabón, o echando agua oxigenada y secar la zona con una gasa, dando golpecitos, nunca arrastrando. Tras limpiar la herida, hay que aplicar Betadine con ayuda de una gasa. Se debe aplicar por toda la superficie de la herida, y también un poco por los alrededores.
Es recomendable que las primeras seis o doce horas, la herida este tapada con gasas y esparadrapo, o con un tirita si es un corte pequeño. Pasado este tiempo, hay que dejar la herida destapada, para que se cure bien.