Las cejas complementan a la mirada y muchas veces no las tenemos en cuenta a la hora de maquillarnos, sin embargo, son una pieza fundamental para un buen maquillaje. Además, el maquillaje de las cejas puede servir para tapar algún hueco que tengamos sin pelitos ya sea porque no nos nace o porque nos hemos pasado con la depilación.
Para maquillarlas correctamente necesitaremos un lápiz para cejas de color marrón (elegiremos un tono más claro u oscuro en función del color de nuestro vello, generalmente se suele usar un tono más claro que tus cejas), un cepillo para cejas o un bastoncillo y un gel fijador transparente para cejas.
En primer lugar, sacaremos punta al lápiz para conseguir un trazo fino y sutil. Comenzaremos rellenando las posibles calvas que existan en nuestra ceja, realizando trazos cortos y siempre manteniendo la dirección de crecimiento del pelo. No debemos realizar trazos muy seguidos ni largos, porque crean un efecto artificial.
El relleno debe realizarse desde la zona del lagrimal hasta el final de la ceja, dando mayor importancia a la zona de inicio.
Para que ningún pelito se quede fuera de la ceja y el lápiz quede mucho más natural, peinaremos las cejas con un cepillo especial. Si no tenemos cepillo para cejas, podemos utilizar un bastoncillo de algodón, crea un efecto similar.
Como último paso y para que las cejas se mantengan perfectas durante horas, aplicaremos un gel fijador. Hay muchos tipos y debemos tener cuidado de no elegir uno que endurezca demasiado y cree un efecto acartonado. El gel fijador no posee color, por lo tanto no alterará nuestro maquillaje.
Merece la pena destacar que todas las cejas pueden maquillarse, incluso las demasiado pobladas. Aunque nos crezcan muy rápido y sean gruesas, con una correcta depilación y un buen maquillaje pueden cambiar nuestro ojo por completo.