Quitar una mancha de grasa en la ropa no es precisamente coser y cantar. Los tejidos tienden a absorber la grasa, y ésta queda fijada en el mismo formando normalmente una mancha oscura que no marcha fácilmente. Pero existen varios métodos caseros que suelen resultar bastante efectivos, aunque debemos tener en cuenta siempre que ello dependerá mucho del tipo de tejido de que se trate.
Si la mancha es reciente, normalmente bastará con echar sobre ella polvos de talco para que absorban la grasa, enjuagando seguidamente y lavando la prenda como de costumbre.
Cuando la mancha ya está seca, uno de los métodos consiste en humedecerla y echar sobre ella unas gotitas de aceite de cocina mezclado con detergente líquido. Con esta mezcla fregaremos la mancha y seguidamente la enjuagaremos, repitiendo en caso de no haber desaparecido del todo tantas veces como sea necesario.
Otro producto que suele ser eficaz contra este tipo de manchas es el detergente concentrado para platos. Echa directamente encima de la mancha y deja que actúe sobre ella durante una hora por lo menos. Seguidamente enjuaga y lava la prenda, seguramente la mancha habrá desaparecido.
Si se trata de grasa de un taller mecánico, también debemos considerar que en los comercios venden un producto expresamente destinado a este tipo de manchas.