Muchas personas en algún momento de su vida eligen llevar el pelo largo o cepillárselo con formas, o incluso se lo rapan al cero, y otros deciden hacerse rastas, aunque con el paso del tiempo también muchos de ellos se cansan y deciden cambiar nuevamente de peinado.
En el caso de las personas que se han decantado por un peinado con rastas pudieron comprobar lo costoso que era su cuidado y mantenimiento. Cuando, por muy diversas razones, se las quieren quitar, a veces no saben cómo hacerlo para no tener que elegir la formula drástica de cortarse el cabello a ras de cada una de las trenzas.
Un método para no tener que cortar el cabello es el siguiente:
1) Remojar las rastas en agua muy caliente durante unos 12 minutos y después enjuagar bien con champú cada rasta.
2) Quítarse el jabón con agua caliente, si es preciso rasta por rasta, hasta que no quede nada de jabón.
3) Aplicar un acondicionador a las rastas y a las raíces de cada coleta. Este proceso debe aplicarse varias veces, hasta ver que las rastas comienzan a desenredarse.
4) Peinar la rasta con un peine pero ayudándonos de los dedos para desenmarañarla mejor. Esto debe hacerse con cuidado y procurando no tirar del pelo.
5) A medida que se va peinando la rasta, se aplica acondicionador para que resulte más fácil el desenredo, dejando unos cinco minutos el acondicionador para que actúe en la rasta.
Una vez desenredada la rasta, es conveniente lavar nuevamente el cabello y volver a aplicar el acondicionador.