Cuando el vello de cualquier parte de nuestro cuerpo intenta salir a la parte exterior, rompe la piel de manera casi microscópica, aunque no siempre sucede así debido a que existen pieles extremadamente gruesas y pelos muy finos y debilitados que no consiguen salir al exterior. A este problema se le conoce como vello enterrado o enquistado.
Para conseguir eliminar ese vello se pueden utilizar las típicas pinzas de depilar, aunque este método genera normalmente heridas bastante desagradables estéticamente. Es por ello que podemos realizar unas acciones en casa para evitar que nuestros pelos se enquisten. Principalmente son dos las acciones para conseguirlo, la primera exfoliar la piel en la ducha con un guante de crin realizando movimientos circulares. Este guante actúa en cada vello y le ayuda a salir al exterior. Una vez seca la piel, aplicaremos una crema hidratante nutritiva para que nuestra piel esté tersa y suave y no se endurezca.
Si estos consejos no funcionan es posible que tengamos que acudir a un médico especializado en dermatología, él nos aconsejara cremas apropiadas para el problema e incluso nos puede realizar una operación quirúrgica con anestesia local que dura muy pocos minutos, si resulta imposible extraer el vello.