Benjamin Franklin realizó muchos experimentos para poder demostrar sus teorías sobre la electricidad y uno de ellos dio como resultado la invención del pararrayo. Entre los años 1749- 1753, Franklin experimentó con varios conductores de electricidad para poder demostrar que los rayos se encontraban cargados de energía, el primer prototipo que se conoce de este invento lleva el nombre de su creador en honor a él. Muchos otros inventores trataron de probar la hipótesis de franklin pero fracasaron e incluso perdieron la vida al ser tocados por grandes descargas de energía.
Nikola Testa, mejoró el pararrayo inventado por Franklin, casi dos siglos antes y tras sus nuevas teorías de atracción de energía los pararrayos se comercializaron cada vez más. Hoy se utilizan en muchos edificios y en distintas versiones con el fin únicos,